El bar Mendizábal, del Raval de Barcelona, volvió a abrir este fin de semana después de que el Ayuntamiento levantara el cierre cautelar. La Guardia Urbana precintó el local el 21 de mayo al acusar a los dueños del bar -una barra en una fachada y una terraza- de tolerar el consumo de drogas, en concreto de porros. El expediente seguirá y es probable que se salde con dos meses de cierre. Todo apunta a que se permitirá al bar cumplir el castigo en invierno y causarle menos perjuicio. Los dueños ya avisan a los clientes de que no pueden fumar porros y alegan que no pueden estar vigilando constantemente.
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